Tinder es, para muchos, especialmente para los más jóvenes, la aplicación de ligoteo de cabecera, una aplicación que durante el confinamiento del coronavirus, a pesar de que no era posible quedar con otras personas, ha incrementando considerablemente su uso, tal y como reflejan diferentes estudios.
De hecho, entre los mejores de 35 años, Tinder creció en un 94% en uso, lo que refleja la gran importancia y lo bien que le ha venido a la plataforma. Sin embargo, los amyores de 35 años cada vez utilizan menos este tipo de aplicaciones.
La aplicación de citas online está enfocada a facilitar que las personas se puedan conocer entre ellas, independientemente de donde se encuentren. «piensa en nosotros como tu acompañante de confianza, vayas donde vayas, allí estaremos. Si estás aquí para conocer gente nueva, ampliar tu red de contactos, acercarte a los lugareños cuando estás de viaje o simplemente porque te gusta vivir la vida, has venido al lugar adecuado«, recoge la propia plataforma en su web oficial.
El funcionamiento es muy sencillo y cualquier persona podrá seguir el proceso de forma cómoda a través de la aplicación. Es suficiente con buscar Tinder en la tienda de aplicaciones de Apple (App Store) o Android (Google Play) y ejecutarla; para luego registrarte, subir al menos una fotografía e introducir unos datos básicos y empezar a utilizarla.
A medida que van pasando los «candidatos» en función de los criterios establecidos de cercanía y edad, tan solo tendrás que deslizar hacia un lado u otro en función de si te gustaría conocer a esa persona o no. Si ambos coincidís se produce el match, que dará pie a que podáis enviaros mensajes a través de la propia plataforma.
El algoritmo de Tinder
El algoritmo de Tinder, al igual que en cualquier otra aplicación o servicio, tiene sus particularidades, las cuales están ocultas a los ojos de la gran mayoría de personas. Sin embargo, debes saber que se encuentra basado en lo que se denomina nivel de deseabilidad (ELO).
En esta app todo el mundo tiene su ELO, que es un número que puntúa como es de deseado. Esto no quiere decir que sea un indicador de belleza o un aspecto puntual, sino que es un sistema que evalúa la deseabilidad del perfil en función de diferentes factores que conforman su algoritmo.
Tinder conoce muy bien a los usuarios, teniendo datos que son de una gran utilidad y que le permiten conocer cómo crear su algoritmo. Para ello se analizan diferentes factores que para la app son relevantes, como el número de veces que te conectas, que tipo de gente se interesa por ti, las palabras que utilizas, el tiempo que las personas invierten en ver nuestra foto antes de pasar al siguiente candidato, etcétera.
Esto no quiere decir que la plataforma esté buscando las personas más ideales para ti, sino como se trata de un negocio, busca que pases el mayor tiempo posible en la plataforma y eso pasa por que estés contento con la aplicación. De esta forma, es una forma en la que ambas partes pueden salir ganando.
¿Qué nivel de deseabilidad tienes?
Este nivel se otorga a cada persona en función de su historial, un ranking ELO que resta puntos a las personas cuando un usuario popular de la red social te rechaza o si una persona que tiene un perfil que se encuentra mal posicionado te decide dar match.
Es decir, si una persona que te da «match» es muy popular en la plataforma y, por lo tanto, tiene un nivel alto, sumarás más puntos. Sin embargo, si es una persona poco popular, que tiene un nivel bajo y que además decide rechazarte, pierdes puntos.
Además de esto también influye el género de la persona y su edad. El algoritmo está pensando para favorecer el encuentro entre hombres mayores y mujeres jóvenes, siguiendo así el tradicional rol de géneros, midiendo de esta manera el atractivo a partir del género y la diferencia existente en edad con respeto al opuesto.
Para esto último recurre al sistema de inteligencia artificial de Amazon, Rekognition, un sistema que se encarga de reconocer y categorías las fotos. De esta manera, logra identificar y analizar los datos recogidos y puede afectar de forma directa en el algoritmo. Además, Tinder es capaz de estimar aspectos como el coeficiente intelectual y su estado emocional.
Para medir todo ello, tiene en cuenta algunos aspectos que en principio podrían parecer poco importantes como la media de palabras que utilizas por frases o el número de palabras de más de tres sílabas que escribes. Las personas que tienen el mismo nivel de deseabilidad son más susceptibles de entenderse.
De alguna manera, visto todo lo anterior relativo a su algoritmo, se puede determinar que Tinder elige por ti de alguna forma, ya que en base a todo el conocimiento te ofrecerá unas u otras posibilidades.
Todo ello puede llevarnos a pensar en la forma en la que funciona Tinder, pero también a lo que lo hacen el resto de plataformas, ya que todas estas empresas recurren a este tipo de algoritmos para controlar de una u otra manera lo que pueden ofrecer a los usuarios, condicionando así a cada persona dentro de las redes sociales.
En cualquier caso, esto no siempre puede ser considerado como algo negativo, ya que el algoritmo, en este caso, busca ofrecer opciones de personas que puedan encajar mejor entre ellas y así ofrecer mejores servicios que le reporte mayores beneficios, lo cual vendrá dado por que los usuarios permanecerán más tiempo en su plataforma y eso implica también ver una mayor cantidad de anuncios publicitarios.